30/07/14

La verdad




Si los pensamientos se formulan suficientemente, se ve en seguida que son absolutamente verdaderos o falsos y nada tiene que ver con la relatividad.

El sabio y el hombre en general no tiene por verdaderos una proposición o un sistema porque se ajusten a la realidad, sino porque le son útiles.

Las demás habría que llamarle útiles mejor que verdaderas.

Idealismo epistemológico. Según éste, existen realmente las cosas y se dan por verdades absolutas, pero no fuera, sino, en uno u otro sentido, dentro de nosotros, en nuestro pensamiento.



Hay dos posibles interpretaciones de la realidad: la idealista y la realista. A los que dicen que el idealismo es sencillamente absurdo, yo me permito indicarles que acaso no lo han entendido. Lo absurdo sería negar la realidad o la verdad. Pero el idealismo no las niega.

Los idealistas se ven forzados a suponer un doble sujeto, un doble pensamiento, un doble yo: el yo, como si dijéramos, menor, el yo personal, al que llama "yo empírico", y el yo mayor, ultrapersonal, trascendente, el "yo absoluto". Este yo mayor y trascendente es el que crea los objetos. El yo pequeño y empírico sólo puede tomarlos tal como le son dados por el yo grande y absoluto.

Los realistas dicen además que en muchísimos casos no comprendemos o percibimos las cosas en sí mismas, sino su acción sobre nosotros; es decir, la relación entre las cosas y nuestro cuerpo.