15/11/14

Documentación y conceptos iniciales

documentación y conceptos iniciales de un dibujo de una persona


Un buen desarrollo de un proyecto no es únicamente el resultado de una excelente ejecución técnica. Es la expresión cargada de fuerza de ideas inteligentes, y la documentación es a menudo una de las claves del éxito.

Documentación

Trabajador consultando las ultimas tendencias


Vivimos en un mundo saturado de información y somos constantemente bombardeados con imágenes. Un profesional debe ser muy consciente del mundo que le rodea. Ver el trabajo de otros profesionales y artistas sin duda influye, y es importante tomar notas y tener cuadernos de apuntes. Nunca se sabe cuando algo que hemos visto puede ayudar a resolver un problema de diseño.

Clientes y público

Pensando en elegir su público objeticp


Es de vital importancia recordar que lo que se implemente lo verán otras personas. El profesional no trabaja en un vacío, y debe saber que quiere su público. 

Hay que pensar en quienes verán los diseños. ¿A qué público van dirigidos? Hay que intentar meterse en su cabeza. El objetivo de un diseño no es solo de tipo estético, sino que debe servir para comunicar un mensaje a personas de carne y hueso. Cuanto más sepa un profesional sobre su público y su hábitos y costumbres, más probabilidades tendrá de que el mensaje que desea transmitir tenga una recepción favorable.

Las grandes empresas cuentan con departamentos enteros dedicados a lo que formalmente se llama estudio o investigación de mercado. Estos departamentos se dedican exclusivamente a realizar sondeos acerca de las necesidades y preferencias de sus clientes. Para ello se utilizan varios medios, entre ellos cuestionarios, encuestas telefónicas y dinámicas de grupo.

En caso de no tener tiempo para todo esto, el profesional debe plantearse las siguientes preguntas: 

  • ¿a quién está dirigido el diseño
  • ¿Que mensajes debe entender al verlo? 
  • ¿Cómo se puede atraer y mantener su atención?


Desarrollar conceptos

el desarrollo de conceptos debe ser innovador


Los estudios de mercado conducen directamente a los primeros planteamientos conceptuales, porque una vez que se sabe quien es el público y cuáles son sus gustos, se establecen los límites del enfoque adecuado. Pero ¿de donde surgen esas ideas? Tener nuevas e ingeniosas soluciones de diseño totalmente novedosas es un objetivo un tanto imposible, y sin embargo es la aspiración legítima de la mayoría de los profesionales. ¿Cómo se pueden imaginar conceptos innovadores que no haya visto nadie? Lo primero que se debe tener en cuenta es que la creatividad no es cuestión de magia. No es una cualidad intangible, sino una técnica que se puede mejorar con la práctica. Con frecuencia, el punto de partida es un trozo de papel, un lápiz y una mente abierta.

Lluvia de ideas y documentación



Muchos diseñadores empiezan escribiendo y dibujando las primeras ideas iniciales sobre un proyecto en un trozo de papel (es recomendable utilizarlo del mayor tamaño posible).

Se pueden tomar como base las siguientes preguntas genéricas:
  • ¿Qué palabras e imágenes se le vienen a la mente al escuchar sobre el producto o servicio?
  • ¿Cómo se puede transmitir visualmente esas palabras e imágenes?
  • ¿Qué tipo de letra puede expresar esos conceptos?
  • ¿Cómo es el aspecto de las personas que consumirán el producto o servicio?
  • ¿Qué motivaciones tienen las personas que consumen el producto o servicio?
  • ¿Qué modas siguen?
  • ¿Donde se consumen normalmente el producto o servicio?
  • ¿Cómo se podrían presentar estos distintos formatos en términos gráficos?
Esto es solo el principio. Es importante apuntar las ideas, y no confiar únicamente en la memoria, porque con frecuencia ocurre que una nueva idea oscurece un pensamiento anterior. Asimismo, cada idea puede generar otras, que pueden ser unidas o seguidas de forma separada. En este punto, es importante tener todas las ideas posibles en papel, para poder pasar a la siguiente fase.

El proceso de eliminación

explorar las diferentes soluciones y seleccionar la que tiene mejores posibilidades.


La siguiente fase es explorar las ideas visualmente para ver cuál es la que tiene más posibilidades. En este punto, no hay que ser demasiado riguroso con los detalles, sino que es mejor concentrarse en las ideas. La mejor manera de hacerlo es a través de esbozos rápidos. Se pueden utilizar colores, si eso ayuda, pero es mejor dejar a un lado tonalidades y sombras. 

Con estos dibujos preliminares, hay que distinguir las ideas que funcionan y tienen un impacto inmediato. Es recomendable descartar las que sean demasiado complejas y se basan en tópicos visuales. Descartar las malas ideas ayuda a concentrarse en las buenas.

Hablar de un tema en voz alta a menudo sirve para desencadenar otras líneas de pensamiento. Explicar ideas propias a otras personas puede ayudar al profesional a entender lo que se quiere conseguir, así como escuchar opiniones ajenas. Tampoco hay que tomarse las críticas a título personal. Es mejor utilizarlas de manera constructiva para descubrir que aspectos no funcionan y cómo mejorarlos. Los profesionales tienen que escuchar a menudo comentarios sobre su trabajo, y no siempre son positivos. 

Hay que seleccionar la idea que tenga más fuerza, y después crear una presentación visual que ponga de manifiesto por qué es una idea tan genial. Es ahora cuando se empieza a trabajar en los detalles. No hay que olvidar que a menudo las mejores ideas son las más sencillas. El profesional también tiene que demostrar que su trabajo es concienzudamente pensado y preparado, ahora hay que explicar la idea al cliente. Es posible que tenga que “vendérsela”, por lo que hay que saber que decir para apoyar las imágenes.

Consejos para estudio de mercado sencillo

  • Ir a la biblioteca y estudiar estadísticas y análisis de mercado.
  • Leer artículos de periódicos y revistas.
  • Entrar en la página web de la compañía.
  • Realizar una encuesta.
  • Hablar con clientes y usuarios.
  • Procurar usar el producto o servicio.
  • Hablar con empleados de la compañía.
Fuente

Diseño gráfico. Fundamentos y prácticas
David Dabner